martes, 17 de abril de 2012

La fascinación de los origenes

La belleza del "Mar de Campos de Castilla" en primavera y ....
Urueña: La Villa del Libro
En estos días pasados de procesiones y santos, de saetas y fervores religiosos he podido visitar este pequeño enclave vallisoletano rico en historia y patrimonio, declarado Monumento Histórico Artístico, que ha sabido encontra como pocos la esencia del hilo conductor de su renovación.

La Villa del Libro invita al paseo, al disfrute de los silencios en el ritmo de sus tejados y al descubrimiento de cada rincón de su trazado medieval que desprende cultura.
De apenas 235 habitantes, se encuentra situada a 55 kilómetros al oeste de Valladolid, en sus confines de los Montes Torozos y la llanura de la Tierra de Campos, a sólo 2 km de la AP-6.
La herencia de siglos de vida subyace de cada casa o palacio rehabilitado, de su castillo cementerio-jardín y de su muralla, desde la que admiramos el ritmo de los rojos terruños y los verdes sembrados, ..., paisaje inconfundible que nos han trasladado insignes escritores o poetas, Antonio Machado, Miguel Delibes...amantes de las letras cuya historia, pasado y presente, también encuentra su espacio en el centro e-LEA, uno de los distintos museos con los que cuenta la villa.
En lo visto quisiera encontrar un ejemplo y por ello os invito a hacer la siguiente consideración, la que de algún modo da título a estas líneas, ..., la reflexión y la busqueda de ese hilo conductor que hace que el planteamiento sencillo, que no simple, se convierta en el medio para obtener un resultado que haga que algo lleve el calificativo de fascinante.

(J.E.P.L.)

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